Las Pymes en Costa Rica y la situación ante los cambios fiscales.

Las Pymes en Costa Rica y la situación ante los cambios fiscales.

La situación económica en Costa Rica ha venido en detrimento desde 2015, de acuerdo con información de varios diarios nacionales. Esto significa que todas las empresas se encuentran ante un gran reto y el potencial incumplimiento de sus metas y por ende de sus logros económicos.

Sumado a lo anterior la tasa de desempleo en el país viene en crecimiento constante, pasando 10.1% en el primer trimestre del 2015 a un 12% en el último trimestre del 2018.

Estas implicaciones han generado que muchas personas tomaran la decisión de crear pequeñas y medianas empresas, en las cuales muchas veces invierten parte de las prestaciones laborales recibidas a la hora de ser despedidos y ante la poca expectativa de obtener un empleo en el corto plazo.

A pesar de que no todas las PYMES nacen del desempleo generado por la situación económica que se viene suscitando en los últimos cuatro años, es claro que todas estas empresas se van a enfrentar a cambios fuertes con el ingreso de las nuevas medidas fiscales, por lo cual se analizan dos de los retos a afrontar.

Implementación del impuesto del valor agregado.  La creación de este nuevo impuesto, y la modificación del impuesto de ventas llevará a la inclusión de una serie de sectores que no se encuentran gravados actualmente.  Esto permitirá al Ministerio de Hacienda realizar una trazabilidad adecuada y poder recolectar muchos de los tributos que a la fecha no llegan a sus arcas.  Esto obligará a que muchas empresas tengan que participar como Recaudadores del IVA, especialmente las de servicios que anteriormente no lo hacían.

Si se hace referencia a una compañía de servicios de gran tamaño la implementación implica que esta tenga que modificar su departamento de contabilidad para realizar la recaudación, contabilización y pagos correspondientes, y cumplir con lo solicitado por el Heraldo Público. Sin embargo, para las PYMES, esto representa un reto diferente, ya que tendrán que recaudar dineros que mes a mes tendrán que transferir al gobierno. Para el propietario de una PYME esto implicará dos situaciones: realizar por si mismo todos los cálculos y tramites de pago –disminuyendo el tiempo que dedica a otras actividades-; o, contratar a un contador para que le colabore – con la correspondiente carga económica- . 

Sumado a lo anterior, y si la empresa brinda crédito a sus clientes –que es el caso de muchas de las PYMES- tendrá que contar con un capital de trabajo adicional. Esto porque el Ministerio de Hacienda solicitará el cobro por las ventas realizadas cada mes en los primeros quince días del mes siguiente. Estos pagos serán un sacrificio adicional para estas organizaciones ya que tendrán que pagar impuestos sobre flujos de efectivo no percibidos.

Potencial disminución de las ventas.  Al implementarse nuevos impuestos es claro que la percepción del consumidor sobre la economía será negativa: “tendré que pagar más por el mismo bien o servicio”.  Esta situación afectará directamente las ventas de todas las empresas, ya que el cliente evaluará toda compra que realice, al menos durante los primeros meses de la aplicación de las nuevas cargas tributarias. Esto obliga a las empresas a plantearse los posibles efectos que pueda tener en los precios de sus bienes y servicios y por ende en la disminución de sus ingresos y utilidades.

Un aspecto positivo para algunos sectores. Es claro que algunos sectores obtendrán beneficios directos, y dentro de los ganadores se encuentran quienes brindan servicios contables, que muy probablemente verán incrementada la demanda de sus servicios, ya que muchas PYMES requerirán de sus servicios y recomendaciones.

Tomando en cuenta estos dos aspectos, de muchos que posteriormente se estarán tratando en el blog, es claro que las PYMES deben de tomar acciones claras y concretas ante el nuevo reto que se les avecina. La potencial caída en las ventas las obliga a tratar de innovar y replantearse nuevas oportunidades de negocios.

Finalmente, sin entrar a evaluar las bondades y rechazos de los nuevos impuestos. Es claro que las PYMES deben de estar dispuestas a realizar cambios y considerar nuevas ideas que les permitan diferenciarse y así poder afrontar la nueva economía venidera.

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